La nuestra es una empresa familiar, con una gran tradición vitivinícola madurada en las colinas de Pressano y que tiene sus raíces en la historia.Con los años hemos llegado a la conversión biológica de todos nuestros viñedos, y más recientemente al enfoque de la biodinámica, en un camino de crecimiento continuo basado en el conocimiento profundo de nuestro territorio y en la atención diaria de nuestros viñedos. Actualmente los viñedos cubren un área de aproximadamente 20 hectáreas, divididas entre el área de Pressano y el valle de Sarca, y se caracterizan por profundas diferencias en el clima y el suelo. La producción total de alrededor de 125,000 botellas entre los diversos vinos está acompañada por la producción muy limitada de Aceite de Oliva Virgen Extra y el cultivo, en el fondo del valle, de manzanas parcialmente transformadas en jugo.
Nuestros viñedos están ubicados en dos áreas profundamente diferentes de Trentino, que también reflejan su singularidad compleja en vinos.
- Pressano.
A una altura de unos 300 metros sobre el nivel del mar, el clima continental ofrece marcadas excursiones de temperatura entre el día y la noche. Los suelos se derivan de la desintegración de una roca cuya génesis se remonta a cientos de millones de años atrás: estos suelos son profundos y fértiles, y se caracterizan por una notable dotación mineral. Aquí cultivamos principalmente variedades blancas como Nosiola, Traminer Aromatico, Pinot Bianco y Pinot Grigio, Chardonnay, Sauvignon y Lagrein, la única uva de frutos rojos. Las características comunes a los vinos que provienen de este territorio son la estructura, marcada y definida, el sabor y la longitud evidentes, y la gran longevidad.
- Pivier y Prabi.
Ora del Garda, el viento que viene del lago, se eleva en estos viñedos, mitigando las temperaturas y el rango de temperatura y contribuyendo así a crear un ambiente ideal para el olivo y otras especies mediterráneas. En el viñedo de Prabi, con suelos aluviales sueltos, cultivamos Manzoni Bianco y Riesling; mientras que la arcilla, presente en abundancia en el suelo del Pivier, es un ingrediente fundamental para el cultivo de rojos como Merlot y Cabernet Franc. En los vinos contribuye a la formación de taninos más espesos, a la coloración con tonos intensos y oscuros, manteniendo la estabilidad de la acidez y la fruta siempre intacta y fragante.