Priteo Picudo, Verdejo, Albarín y Gwûrztraminer.
Meóriga nace con una clara vocación por conservar nuestras raíces vinícolas recuperando y potenciando la variedad “Prieto Picudo“, posiblemente, la única casta que desde el siglo pasado y hasta los años 50 se identificaba con toda claridad con un solo tipo de vino y un método tradicional de elaboración: el vino de aguja natural. Meóriga cuenta con 60 hectareas de viñedo propio de las cuales el 75% corresponde a la variedad única y autóctona de la zona, la Prieto Picudo. Siendo nuestras viñas mayoritariamente Prieto Picudo, no hemos querido olvidarnos de nuestras dos uvas blancas autóctonas, Verdejo y Albarín además de recuperar en nuestros viñedos la variedad Gewürztraminer para mantener nuestras raíces y ofrecer también en vinos blancos nuestros sabores más tradicionales e innovadores. Variedad “Prieto Picudo” Uva tinta que se distingue fácilmente por su racimo apretado y bayas de piel negra azulada con forma de piñones. Se considera autóctona de la zona de Valdevimbre, extendiéndose posteriormente a la zona de Los Oteros, en León y Valladolid. Produce vinos rosados y tintos que se comportan de forma excelente con los tiempos de crianza en roble y botella manteniendo su componente frutal, resistiéndose a perder su aroma y color tan característicos.
- Variedad “Verdejo” Uva blanca casi exclusiva en tierras de León y Valladolid. Produce vinos blancos muy afrutados, de color amarillo verdoso, con aromas cítricos, herbáceos, hinojo y un agradable amargor. Su estructura permite la fermentación y crianza en madera con excelentes resultados.
- Variedad “Albarín” Sólo se cultiva al sur de la provincia de León y al norte de Valladolid. Es de maduración temprana y muy aromática, dando lugar a vinos con olores moscatel, florales y afrutados, buena graduación alcohólica y fresca acidez. Es una variedad peculiar y muy escasa con personalidad propia que nada tiene que ver con el albariño, aunque su nombre sea semejante y a veces cree confusión.
- Variedad “Gewürztraminer” Uva blanca muy aromática que hemos recuperado en nuestros viñedos. La Gewürztraminer es una variedad con piel rosada o rojiza, lo que hace que se considere una «uva de vino blanco». Tiene unos niveles de azúcares naturales altos y notas de lichi. Aromas a rosas, frutas, maracuyá y notas florales.
Meóriga y la Denominación de Origen León.
Ya desde la época romana, la zona sur de León se convirtió en zona de paso de todos los viajeros que transitaban por La Ruta de la Plata y El Camino de Santiago. Esta zona se convirtió posteriormente en el abastecedor de vino de prácticamente toda la zona norte de la Península Ibérica. En el siglo X una de las fuentes económicas de la zona eran los viñedos. Muchos monasterios de la zona adquirieron terrenos dedicados al cultivo de viñas. En la Edad Media la vid adquiere la categoría de cultivo tradicional en la comarca. Lo más característico de esta zona son las bodegas-cuevas rupestres, espacios excavados en pequeñas lomas o promontorios de tierra arcillosa aprovechando el desnivel y formando galerías. En el interior se crea el micro-clima ideal que permite la elaboración del afamado vino de aguja. En 1985 un grupo de cooperativas y bodegas se asocian con un objetivo: lograr la Denominación de Origen para sus vinos. Después de 22 años, mucho trabajo y diferentes nomenclaturas, “Vino de la Tierra” y “Vino de la Tierra de León”, en 2007 se logra la tan ansiada Denominación de Origen “Tierra de León” y en 2019 la definitiva Denominación de Origen “LEÓN” que abarca los territorios comprendidos entre la ribera del Esla y la ribera del Cea que baña con sus aguas la tierra de Mayorga y nuestros viñedos.
Los orígenes de este nombre parecen estar en la antigua “Meóriga”, citada por el astrónomo, geógrafo y matemático Ptolomeo (S. II A.C.) entre los poblados vacceos, habitantes de estas tierras en la época prerromana. En la Edad Media fue una estratégica plaza fuerte, en la frontera entre los reinos de Castilla y de León, gracias a su privilegiado mirador que domina la llanura norte. En un bellísimo emplazamiento sobre la vega del Río Cea. Es a causa de ello que en ocasiones perteneciera a Castilla y en ocasiones a León. Fue cabeza de condado otorgado por Fernando Rodríguez “el castellano”, y residencia ocasional del rey Fernando II y de su hijo Alfonso IX. Desde 1430 formó parte de las posesiones concedidas por el monarca Juan II a Don Rodrigo Alonso de Pimentel, II Conde de Benavente. Hoy, cerrando los ojos, nos encontramos en nuestro siglo con un joven pero enraizado proyecto vinícola llamado, “Meóriga” en recuerdo de un pasado glorioso y con la vista puesta en un futuro prometedor de vocación vinícola de nuestra tierra, “Mayorga”. Meoriga procede de una larga y arraigada tradición vitivinícola con viñedos en su terruño arcilloso, bañado por las aguas del Río Cea y los cielos infinitos de la Tierra de Campos. En 1964, en plena modernización del sector, nuestros ancestros construyeron la bodega de gran capacidad provista de la última tecnología y medios de la época. Sus gigantescos depósitos de hormigón eran la vanguardia de la elaboración vinatera del noroeste de España y abastecían toda la zona con sus elaboraciones. Hoy, el óxido y el paso del tiempo nos recuerda nuestra raíz, nuestro Terruño, nuestra experiencia y el respeto a nuestro pasado.