En el corazón de Franciacorta, en Camignone, se encuentra la residencia secular con las bodegas del siglo XVI y las tierras anexas, lo que da testimonio de la larga tradición vitivinícola que el Barboglio heredó en 1836. Esta vocación se desarrolló gracias a las intuiciones de Emanuela Barboglio con la instalación de primeros viñedos especializados y en 1968 con la adopción del recién creado DOC Franciacorta. Desde 1976, el nombre "Azienda Agricola Barzanò Barboglio" fue abandonado por el actual "Mosnel", un topónimo dialectal de origen celta que significa piedra, montón de piedras, sobre el cual se encuentra la bodega. Al timón de Mosnel está la quinta generación de enólogos, hijos de Emanuela Barboglio: Giulio Barzanò, que sigue el aspecto técnico, de producción y comercial; mientras que Lucia Barzanò se ocupa del marketing, relaciones exteriores y administración. La familia cuenta con la colaboración de un personal altamente capacitado y consultores agrónomos y enólogos altamente experimentados que constantemente siguen la producción y su evolución.